El vuelo en el enorme cuervo fue largo y les permitió ver varias llanuras que alguna vez verdes ahora comenzaban a tener un color más oscuro, señal de como la vida y fertilidad comenzaba a desaparecer de este mundo.
Vieron ciudades y castillos en decadencia, palacios y construcciones que
alguna vez se irguieron majestuosas y llenas de vida ahora comenzaban a caerse
en pedazos y quien sabe si aun albergan vida dentro de sus derrumbadas paredes.
El largo viaje en las garras del cuervo culminó cuando comenzó a volar
en círculos bajando hasta dejarlos en las ruinas de un antiguo santuario.
El cuervo abrió sus garras dejándonos a Oscar y a mi aterrizar en un
piso inundado por la maleza.
-Bueno, al fin llegamos, bienvenido a Lordran mi querido amigo-. Exclamó
Oscar con cierto optimismo en su voz mientras extendía su brazo por las ruinas
del santuario.
-No parece muy agradable a la vista, espero solo sea un lugar que tiene un mal momento.
-No te preocupes, hay lugares feos en todos los reinos, las ruinas del
lugar no es más que el resultado de esta maldición, confío que si averiguamos
el resultado de esta el reino volverá a su antigua gloria.
-Espero tengas razón, lo que me alegra es haber podido salir de esa
prisión, no sé cuánto tiempo estuve ahí dentro.
- ¡POR TODOS LOS DIOSES, PUEDEN NO SER TAN RUIDOSOS? -. se dejó oír una
persona que habíamos ignorado por la alegría de haber llegado a Lordran.
Oscar y yo volteamos al origen de esa voz, era un hombre con una
armadura reluciente que se encontraba sentado cerca de un árbol marchito.
-Se que vienen del asilo de los no muerto-. Exclamó con cierto hartazgo
en su voz-. Todos vienen de ese lugar, y cada uno se ponen tan enérgicos cuando
llegan, pero no duran mucho así, solo mira a ese tipo-. Dijo mientras me
señalaba con su mano-. No está muy lejos de volverse un hueco.
-Parece que ves a muchos no muerto por aquí-. Dijo Oscar mientras nos
acercábamos a el-.
-Si, casi todos vienen de ese lugar, muchos esperan resolver su
maldición, pero aquí no hay salvación, habrían estado mejor en el asilo
pudriéndose, pero creo que ya es muy tarde para eso-. Dijo mientras se
inclinaba en su asiento y dejaba salir una ligera risa.
Oscar y yo nos miramos con una ligera preocupación, confiábamos en que
pudiéramos encontrar una cura para la maldición, pero si este extraño caballero
tenía razón, esto podría ser una búsqueda sin destino.
-Tranquilos, puede que alguno de ustedes encuentre lo que todos buscan,
ya que están aquí déjenme ser de ayuda.
- ¿Hay algo debamos de saber? -. pregunté con gran curiosidad.
-Seguro están en la cruzada del destino de los no muerto, ¿cierto?
-Si-. Interrumpió Oscar-. Debemos hacer tocar la campana del despertar,
cuando lo hagamos descubriremos el destino de los no muerto.
-Correcto, pero hay un pequeño inconveniente, ¿alguno de ustedes sabe dónde
está esa dichosa campana?
Miré a Oscar en busca de una respuesta que jamás llego, solo se puso a
pensar tratando de entender cuál podría ser la mejor respuesta.
-Como imaginé-. Exclamó con tono burlón-. En realidad, hay dos campanas
del despertar.
- ¿Dónde están? -. Interrumpí de golpe, mi curiosidad se hacía más
grande ante cada palabra.
-Si no me interrumpes te lo diré-.
Asentí con cierta pena, pero con alegría, noté a Oscar, quien prestaba
mucha atención a lo que el caballero tenía que decir.
-Una de las campanas esta arriba, en la iglesia de los no muerto, la otra esta debajo de nosotros, muy abajo, en las ruinas de ciudad infestada.
- ¿Alguien ha tocado ya las campanas? -. Oscar preguntó inmediatamente.
-Hasta este momento nadie ha tocado una sola, he de imaginar que cuando
se toquen las dos algo genial sucederá, pero algo me dice que eso no los
detendrá, llegarán hasta el fondo de ese camino.
-Si esto nos conduce a una cura a la maldición que todos tenemos
llegaremos hasta que el camino acabe-. Dije con decisión ante esta nueva
información.
El caballero río con cierta energía. -Tan enérgicos y positivos, ojalá
no se vuelvan huecos. Espero cumplan su objetivo.
-Sería más fácil si vienes también-. Le sugerí al caballero
- ¿Qué? ¿ir con ustedes a esa aventura?, no gracias, yo me quedo en este
santuario, es un lugar muy tranquilo, no tengo intenciones de irme de aquí, no
vienen por aquí esos huecos, hay una vista hermosa y la dama de ahí abajo no
dice nada, es un lugar maravilloso.
- ¿Cuál dama? -. pregunté mientras trataba de buscar a alguna mujer.
-Está abajo, pueden verla usando esas escaleras- señaló unas escaleras
escondidas tras el árbol-. Es una dama de enlace de fuego, por alguna razón no
tiene lengua y no parece estar interesada en interactuar con las personas,
mejor para mí.
-Es una lástima, podría orientarnos mejor-. dijo Oscar con cierta tristeza-.
¿Nos puedes dar direcciones de donde estamos?
-Este santuario se conoce como el santuario de enlace de fuego, si
sigues las escaleras de abajo llegarán a las ruinas de Nuevo Londo, más
adelante del santuario se encuentran las catacumbas y si van por ese camino-.
Señaló unas escaleras que daban a una construcción-.
Llegarán al burgo de los
no muerto, escojan el camino que más les agrade.
-Esa ave sin duda nos ha dejado en un muy buen lugar, es una posición
donde podemos llegar a muchos lugares, gracias, nos vemos caballero.
-Les deseo buena suerte en su aventura, no se vuelvan huecos.
Oscar y yo nos retiramos a la hoguera que se encontraba cerca y
descansamos durante un rato, para reponer energías y decidir el camino a
seguir.
- ¿Qué rumbo deberíamos tomar? -. Pregunté rompiendo el silencio.
-No estoy del todo seguro, estamos en un lugar con muchas ramificaciones y relativamente cerca de muchos lugares, incluso de las dos campanas.
-Entonces estamos en un muy buen lugar, tuvimos suerte de que ese pájaro nos pusiera en buen camino.
-Si y no, estamos en tan buen camino que tomar una decisión se vuelve complicado, por un lado, está la opción más obvia, el burgo de los no muerto, siguiendo ese camino estará la iglesia donde tendremos una de las campanas, pero llegar hasta ella no es fácil, el burgo es un lugar enorme.
- ¿Qué hay de las ruinas de Nuevo Londo? Si la otra campana esta debajo de nosotros, visitar esas ruinas podría ser la buena opción.
-No es tan sencillo, esas ruinas es lo que queda de una de las viejas capitales de los humanos, es una ciudad que se encuentra debajo del agua.
- ¿Debajo del gua? Eso suena a que construyeron su ciudad en un lago.
Oscar rio ligeramente. -Se me olvida que no recuerdas muchas cosas, pero no fue por eso, hace muchísimo tiempo, la oscuridad del abismo comenzó a propagarse y a infectar este mundo, su avance no tenía control, así que Artorias, el caballero más fuerte de los 4 caballeros del señor Gwyn, fue solo con su lobo Siff a enfrentar esa oscuridad, salió triunfante, pero para repeler más al abismo dio su vida e inundó Nuevo Londo.
-Increíble, suena como un héroe de leyenda-. Dije con una combinación de asombro y admiración.
-Sin duda lo fue, sin su sacrificio seguro este mundo estaría más caótico y envuelto en las tinieblas, pero hablando de los caminos, seguro a de haber un camino a ciudad infestada cerca de las ruinas de Nuevo Londo, solo que seguro ha de ser un camino muy oculto, y las catacumbas, no hay nada de valor ahí más que simples esqueletos y nigromantes.
-Si lo pones así sin duda el camino es muy obvio.
-Creo que por un momento debemos separarnos, he estado mucho tiempo encerrado y quiero explorar un poco antes de seguir con esta búsqueda.
-Es comprensible tu deseo, no te detendré, yo me adentraré en el burgo, espero volver a verte más adelante, cuídate y no te vuelvas hueco-. Dijo Oscar con cierta felicidad en su voz, mientras se marcaba hacia el burgo.
Me despedí solo con mi mano mientras lo veía marchar.
- ¡Por cierto, toma! -. Gritó Oscar una última vez mientras me arrojaba algo.
El objeto aterrizó en mis manos, era algo extraño, tenía una forma ovalada y una textura suave y dura, además de tener colores grises y negros.
- ¿Qué es esto? -. pregunté mientras lo sujetaba con mis dedos.
-Es una humanidad, estrújala cerca de tu cuerpo y descubrirás que hace.
Antes de poder añadir algo más Oscar se fue corriendo, seguí sujetando esta humanidad, me daba cierta curiosidad, pero hice caso, lo tomé con ambas manos y los estrujé cerca de mi pecho.
Sentí una ligera presión por todo mi cuerpo a la vez que un sentimiento cálido me inundaba, mi visión se nubló por un segundo y cuando recuperé la vista me sorprendí.
Mi piel era arrugada, áspera y rojiza, la sangre había dejado de circular hace mucho tiempo, eso había provocado un cambio brutal en mi apariencia, pero ahora no era así.
Sentía como mi corazón latía fuertemente, como hacía mucho que no lo hacía, sentía como mi sangre seguía fluyendo por mi cuerpo y mi piel, ya no era como antes, tenía un tono moreno, era suave y algo dura, lisa.
No sé cómo era mi piel antes de mi estado actual, pero confío que esta fuera mi piel, mi tonalidad, al parecer esta humanidad me permitía volver a estar vivo o volver a estar humano, sea lo que sea que eso signifique, esto cada vez era mejor.
Pasé un rato observando mi piel, tocándola y fascinándome de lo asombrosa que era, estaba tan feliz de haber podido salir de ese lugar finalmente.
Pero una vez que paso mi euforia por estar vivo otra vez, recordé el objetivo que me había dicho Oscar en el refugio, buscar el destino de los no muerto, puede que estuviera vivo otra vez, pero la maldición seguía estando en mí, estas humanidades solo eran una medida temporal, puede que en algún momento dejaran de hacer efecto.
Me levanté de la calidez de la hoguera y recordé las indicaciones del caballero, Oscar se fue al burgo, lo alcanzaría más tarde, primero quería explorar este santuario antes de comenzar con esta travesía.
De este modo comencé a explorar e investigar los lugares que escondían las paredes ruinosas de este santuario.
