Actualmente la Psicología incluye una gran variedad de
orientaciones teóricas, comparables en cierto modo a las ideologías políticas o
a las creencias religiosas, los paradigmas psicológicos suponen directrices de
conducta que nos inducen a ejercer la práctica profesional de distintos modos.
El conductismo es una de las orientaciones más comunes entre los
psicólogos, si bien, hoy en día es más habitual que se practique en su
vertiente cognitivo-conductual.
Para empezar, hay que explicar lo que es el conductismo. El conductismo
es una corriente de la
Psicología que se centra en el estudio de las leyes
comunes que determinan el comportamiento humano y animal. En su origen, el
conductismo tradicional deja de lado lo intrapsíquico para focalizarse en la
conducta observable, es decir, prioriza lo objetivo por encima de lo subjetivo.
Esto opone el conductismo a planteamientos previos como los psicodinámicos y
los fenomenológicos. De hecho, desde la perspectiva conductista aquello que
solemos entender como "mente" o "vida mental" es tan solo
una abstracción de lo que realmente debería estudiar la psicología: los
vínculos entre estímulos y respuesta en contextos determinados.
Los conductistas tienden a concebir a los seres vivos como
“tabulas rasas” cuya conducta está determinada por los refuerzos y castigos que
reciben más que por predisposiciones internas. El comportamiento, por tanto, no
depende principalmente de fenómenos internos, como los instintos o los
pensamientos (que no dejan de ser, por otra parte, conductas encubiertas) sino
más bien del entorno, y no podemos separar ni la conducta ni el aprendizaje del
contexto en que tienen lugar.
De hecho, aquellos procesos que ocurren en el sistema nervioso y
que para muchos otros psicólogos son la causa de cómo actuamos, para los
conductistas no son más que otro tipo de reacciones generadas a través de
nuestra interacción con el entorno.
Conceptos básicos del conductismo
Como toda teoría posee conceptos específicos, y el conductismo es
una de las corrientes psicológicas que posee más conceptos, los cuales se
explican a continuación.
1. Estímulo
Este término se refiere a cualquier señal, información o evento
que produce una reacción (respuesta) de un organismo.
2. Respuesta
Cualquier conducta de un organismo que surge como reacción a un
estímulo.
3. Condicionamiento
El condicionamiento es un tipo de aprendizaje derivado de la
asociación entre estímulos y respuestas.
4. Refuerzo
Un refuerzo es cualquier consecuencia de una conducta que aumenta
la probabilidad de que ésta vuelva a darse.
5. Castigo
Opuesto al refuerzo: consecuencia de una conducta que disminuye
la probabilidad de que vuelva a darse.
En cada corriente existen autores que reafirman y aumentan la
veracidad de la teoría, y el conductismo es una corriente que ha tenido varios
que han sido importantes e influyentes al punto que hasta el día de hoy sus
teorías siguen vigentes.
A continuación, se hace un listado de algunos teóricos y una
breve explicación de su propia aportación al conductismo.
Wundt: el nacimiento de la Psicología Experimental
Wilhelm Wundt (1832-1920), considerado por muchos “el padre de la
Psicología”, sentó las bases de lo que acabaría siendo el conductismo. Creó el
primer laboratorio de Psicología científica y utilizó de forma sistemática la
estadística y el método experimental para extraer reglas generales sobre el
funcionamiento de los procesos mentales y la naturaleza de la conciencia.
Los métodos de Wundt dependían en gran medida de la introspección
o autoobservación, técnica en la que los sujetos experimentales proporcionan
datos sobre su propia experiencia.
Watson: la Psicología vista desde el conductismo
John Broadus Watson (1878-1958) criticó el uso de la metodología introspectiva de Wundt y sus seguidores. En una conferencia en 1913 que se considera el nacimiento del conductismo,
Watson afirmó que para ser
verdaderamente científica la Psicología debía centrarse en la conducta que se
manifiesta en lugar de en los estados mentales y conceptos como “conciencia” o
“mente”, que no podían ser analizados de forma objetiva.
Watson también rechazaba la concepción dualista que separaba el
cuerpo y la mente (o el alma) y planteaba que la conducta de las personas y la
de los animales debía ser estudiada del mismo modo ya que, si se dejaba de lado
el método introspectivo, no había una diferencia real entre ambas.
En un conocido y controvertido experimento Watson y su ayudante Rosalie Rayner consiguieron provocar una fobia a las ratas a un bebé de nueve meses (“el pequeño Albert”).
Para ello emparejaron la presencia de la rata con
sonidos fuertes. El caso del pequeño Albert demostró que la conducta humana no
sólo es predecible sino también modificable.
La caja negra
Para Watson los seres vivos somos “cajas negras” cuyo interior no
es observable. Cuando los estímulos externos llegan a nosotros damos respuestas
en consecuencia. Desde el punto de vista de los primeros conductistas, si bien
se dan procesos intermedios dentro del organismo, al ser inobservables deben
ser ignorados al analizar el comportamiento.
Sin embargo, a mediados del siglo XX los conductistas matizaron
esto y, sin desdeñar la importancia de los procesos no observables directamente
que ocurren en el interior del cuerpo, señalaron que la psicología no necesita
dar cuenta de ellos para aportar explicaciones sobre las lógicas que rigen la
conducta. B. F. Skinner, por ejemplo, se caracterizó por dar a los procesos
mentales exactamente el mismo estatus que la conducta observable, y por
concebir el pensamiento como conducta verbal. De este autor hablaremos más
adelante.
Algunos neoconductistas como Clark Hull y Edward Tolman sí
incluyeron procesos intermedios (o variables intervinientes) en sus modelos.
Hull incluía el impulso o motivación interna y el hábito, mientras que Tolman
afirmaba que construimos representaciones mentales del espacio (mapas
cognitivos).
Watson y el conductismo en general fueron influidos de forma
clave por dos autores: Ivan Pavlov y Edward Thorndike.
Condicionamiento clásico: los perros de Pavlov
Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936) era un fisiólogo ruso que se
dio cuenta, mientras realizaba experimentos sobre secreción de saliva en
perros, de que los animales salivaban de forma anticipada cuando veían u olían
la comida, e incluso simplemente cuando se acercaban los encargados de darles
de comer. Posteriormente consiguió que salivaran al oír el sonido de un
metrónomo, de una campana, de un timbre o de una luz por asociar estos
estímulos con la presencia de comida.
A partir de estos estudios Pavlov describió el condicionamiento
clásico, un concepto fundamental en el conductismo, gracias al cual se
desarrollaron las primeras intervenciones basadas en las técnicas de
modificación de la conducta en seres humanos. Ahora bien, para entender cómo
funciona el condicionamiento clásico primero hay que saber con qué estímulos se
trabaja en él.
Un estímulo incondicionado (es decir, que no requiere aprendizaje
para provocar una respuesta) provoca una respuesta incondicionada; en el caso
de los perros, la comida causa salivación de forma espontánea. Si se empareja
repetidamente el estímulo incondicionado (la comida) con un estímulo neutro
(por ejemplo, la campana), el estímulo neutro acabará produciendo la respuesta
incondicionada (salivar) sin necesidad de que esté presente también el estímulo
incondicionado.
Para Pavlov no es necesario el concepto de mente ya que
conceptualiza las respuestas como reflejos que se dan después de la aparición
de estímulos externos.
El experimento del pequeño Albert de Watson y Rayner es otro
ejemplo de condicionamiento clásico. En este caso la rata es un estímulo neutro
que se convierte en un estímulo condicionado que provoca la respuesta de miedo
por asociación con el ruido fuerte (estímulo incondicionado).
Los animales en el conductismo
Los conductistas clásicos empleaban frecuentemente animales en
sus estudios. Los animales son considerados equivalentes a las personas en
cuanto a su conducta y los principios de aprendizaje extraídos de estos
estudios se extrapolan en muchos casos a los seres humanos; eso sí, siempre
procurando respetar una serie de presuposiciones epistemológicas que
justifiquen esta extrapolación. No hay que olvidar que entre especies hay
muchos aspectos del comportamiento que varían.
La observación sistemática de la conducta animal daría paso a la
Etología y la Psicología Comparada. Konrad Lorenz y Niko Tinbergen son dos de
los representantes más importantes de estas corrientes.
Condicionamiento instrumental: los gatos de Thorndike
Edward Lee Thorndike (1874-1949), contemporáneo de Pavlov,
realizó diversos experimentos con animales para estudiar el aprendizaje.
Introdujo gatos en “cajas-problema” para observar si conseguían escapar de
ellas y de qué modo.
En las cajas había varios elementos con los que los gatos podían
interactuar, como un botón o una anilla, y sólo el contacto con uno de estos
objetos podía hacer que se abriera la puerta de la caja. Al principio los gatos
conseguían salir de la caja por ensayo y error, pero a medida que se repetían
los intentos cada vez escapaban con más facilidad.
A partir de estos resultados Thorndike formuló la ley del efecto,
que afirma que si una conducta tiene un resultado satisfactorio es más probable
que se repita, y que si el resultado es insatisfactorio esta probabilidad
disminuye. Posteriormente formularía la ley del ejercicio, según la cual los
aprendizajes y hábitos que se repiten se ven reforzados y los que no se repiten
se debilitan.
Los estudios y las obras de Thorndike introdujeron el
condicionamiento instrumental. Según este modelo el aprendizaje es consecuencia
del reforzamiento o el debilitamiento de la asociación entre una conducta y sus
consecuencias. Esto sirvió como base para formular propuestas más tarde, en el
surgimiento del verdadero conductismo, tal y como veremos.
El conductismo radical de Skinner
Las propuestas de Thorndike fueron el antecedente de lo que
conocemos como condicionamiento operante, pero este paradigma no se desarrolló
de forma completa hasta la aparición de las obras de Burrhus Frederic Skinner
(1904-1990).
Skinner introdujo los conceptos de refuerzo positivo y negativo.
Se denomina refuerzo positivo al hecho de premiar una conducta dando algo,
mientras que el refuerzo negativo consiste en la retirada o la evitación de un
evento desagradable. En ambos casos, la intención es la de aumentar la
frecuencia e intensidad de aparición de una conducta determinada.
Skinner defendía el conductismo radical, que mantiene que todo el
comportamiento es resultado de asociaciones aprendidas entre estímulos y
respuestas. El enfoque teórico y metodológico desarrollado por Skinner se
conoce como análisis experimental de la conducta y ha sido especialmente eficaz
en la educación de niños con discapacidad intelectual y del desarrollo.
Desarrollo del conductismo: la revolución cognitiva
El conductismo entró en declive a partir de los años 50,
coincidiendo con el auge de la psicología cognitiva. El cognitivismo es un
modelo teórico que surgió como reacción al énfasis radical del conductismo en
la conducta manifiesta, dejando de lado la cognición. La inclusión progresiva
de variables intervinientes en los modelos conductistas favoreció en gran
medida este cambio de paradigma, conocido como “revolución cognitiva”.
En la práctica psicosocial, las aportaciones y principios del
conductismo y el cognitivismo acabarían confluyendo en lo que conocemos como
terapia cognitivo-conductual, que se centra en encontrar los programas de
tratamiento más avalados por la evidencia científica.
Sin duda hablar del conductismo es una labor bastante difícil debido a lo extenso que es, con muchas teorías y muchas vertientes que se han generado hasta el día de hoy y que siguen expandiéndose, cada una enriqueciendo y añadiendo mas conocimiento a las teorías que ya han sido muy enriquecidas. Sin duda el conductismo es una corriente psicológica bastante interesante y como se ha demostrado con las múltiples teorías brevemente explicadas aquí, el conductismo es la parte más experimental y científica que posee la psicología y la cual posee conceptos más sólidos en comparación de otras ramas de la propia psicología, aunque todas son igual de validas en su respectivo campo de estudio.