La interacción social ha sido una clave importante de nosotros como especie humana, y al ser seres sociables tenemos la necesidad de crear vínculos y tener gente cercana, y para ello necesitamos la interacción, o como comúnmente se dice, se necesita ser sociable.
Pero ¿para tener dicha interacción es necesario ser una persona sociable?
Esa pregunta se hacen las personas que son catalogadas como tímidas, solitarias o “antisociales” (cuyo término está mal empleado, ya que hace alusión a un tipo de personalidad violento que pretende dañar a la propia sociedad).
Pero en cambio, si las personas que tengan una mayor facilidad para hablar con extraños o entablar conversaciones de la nada, dirán que sí, es necesario, si no las personas estarían solas y nadie quiere eso o ¿sí?
Es evidente que aquí existen dos tipos de personas, los introvertidos y los extrovertidos, y su forma muy característica de ver las cosas, pero en sí, ¿en qué se define cada tipo de persona?
La introversión.
Antes de iniciar a explicar lo que es la introversión, es necesario que indique que, aunque se crea que las personas introvertidas son personas tímidas, no es así, la timidez no está ligada de ninguna forma directa a la introversión, puede existir personas introvertidas que tengan los rasgos de timidez, pero eso es más cuestión personal del propio individuo.
La introversión consiste en la preferencia de la persona hacia el mundo interior, enfocándose en sí mismo, abstrayéndose de sus sentidos, viendo más por su desarrollo personal.
Carl Jung indicaba que los introvertidos dirigían la energía psíquica hacia sí mismos haciendo así su preferencia a conectarse con sus pensamientos sentimientos, fantasías, sueños.
Cuando deben tomar decisiones lo hacen sin la interferencia de las emociones. Tienen cierta dificultad para vincularse con el medio.
Jung nos explica bien lo que significa ser introvertido, pero el psicólogo Hans Eysenck, nos habla de la introversión, pero ahora desde una parte biológica.
Eysenck consideraba que la introversión y la extroversión estaban ligadas a los niveles de actividad cerebral, o la excitación cortical.
Las personas introvertidas presentan niveles de excitación cortical alta, lo que les lleva a evitar estímulos que sigan aumentando dicha excitación, como lo puede ser actividades sociales (fiestas, reuniones, sitios con mucha gente, etc.), por lo cual preferirán recurrir a actividades donde puedan tener más privacidad (Leer libros, videojuegos, escribir, etc.).
La extroversión.
La extroversión, como habría de esperarse, es esencialmente lo opuesto a la introversión.
La extroversión consiste en la preferencia de la persona a realizar actividades que involucren la socialización o el contacto con otras personas.
Jung nos indica que la energía psíquica que los extrovertidos presentan la dirigen hacia el mundo externo, y estos se caracterizan principalmente abrirse ante los demás, dejándose influenciar y relacionándose fácilmente con personas y acontecimientos. Puede en ellos existir cierta dificultad para conectarse con ellos mismos. Las personas extrovertidas se comunican y encuentran a gusto con el mundo externo, disfrutan de las actividades, cuidan de su aspecto exterior y socializan con el resto.
Y como en el caso de los introvertido Eysenck tiene algo que decirnos sobre los extrovertidos, con respecto a su actividad cerebral o excitación cortical.
Las personas extrovertidas presentan niveles de excitación cortical baja, lo que les hace buscar estímulos externos que les ayuden aumentar dicha excitación, dichos estímulos son precisamente los estímulos que los introvertidos evitan, actividades sociales como lo son fiestas, salidas a lugares concurridos, actividades donde se requiera una interacción como algún deporte, etc. Todo para que su excitación cortical pueda aumentar y estar a un nivel adecuado para ellos.
Como se puede observar los introvertidos y los extrovertidos son personas socialmente opuestas, pero aun con esto, resalta la pregunta inicial, ¿Es necesario ser sociable para tener interacción humana?
La respuesta es un tanto compleja, ya que dicha respuesta está ligada a los propios intereses personales de cada persona, para responder dicha pregunta es necesario el realizar otra pregunta, ¿Por qué quieres tener interacción humana?
Si la respuesta es para poder entablar conversaciones sin trabajo con completos extraños, la respuesta seria que sí, es necesario ser sociable, aunque dicha interacción carecerá de alguna continuidad, ya que solo se enfoca en charlas habituales con extraños que puede que no duren mucho o se extiendan todo lo posible, pero el generar una amistad de dicha conversación es un tanto más complicado de lograr.
En cambio, si la respuesta es para entablar relaciones fuertes y tener un grupo de amigos íntimo, la respuesta seria que no es tan necesario el ser tan social, ya que basta con tener interacciones con gente, continuidad y afianzar lazos, todo eso es más cuestión personal y no está ligada en mayor o menor medida a qué tipo de interacción está más presente en la persona.
Sin duda la interacción forma parte fundamental de nuestras vidas, pero también hay que poder identificar la forma en que nos relacionamos y saber qué tipo de relaciones queremos desarrollar, todo esto para cubrir nuestras necesidades sociales y obtener una interacción adecuada que nos permita desarrollar nuestras habilidades sociales.