El
internet nos ha brindado un acceso ilimitado a toda información acerca de cualquier
tema, y por lo mismo, se ha podido acceder a utilizar una información errónea y
hacerse pasar por una verdadera. Pero de igual forma, se puede hacer virales
conceptos al punto que se toma como broma cuestiones de bastante seriedad, como
lo son, relaciones/personas toxicas, enfermedades mentales, depresión, y el
tema que nos compete hoy, la inteligencia emocional.
Sin
duda la inteligencia emocional ha sido un tema que se ha abarcado por bastante
tiempo, al punto que se ha vuelto algo hostigoso el uso del concepto, al punto
que se puede llegar a usar como chantaje en alguna discusión en una relación conflictiva,
pero a todo esto, ¿Qué es esta dichosa Inteligencia Emocional?
Antes
de empezar de hablar sobre la inteligencia emocional, considero aclarar lo que
es inteligencia, esto debido a la ambigüedad que se le ha dado al concepto.
La
inteligencia es el conjunto de habilidades que le permiten a una persona
solucionar los diferentes conflictos que afecten a la persona, dicha solución está
ligada directamente a los conocimientos de diferentes áreas que la persona
tenga experiencia, esto quiere decir que la inteligencia está delimitada por la
cantidad de experiencia que la persona puede obtener y no es tanto por una
cualidad de aprendizaje o algo con lo que se nace, la inteligencia es algo
cambiante y se modifica según vamos creciendo y se liga a nuestro estilo de
vida.
La
inteligencia ha obtenido una clase de estereotipo que se liga hacia las
habilidades lógico-matemáticas y habilidades lingüísticas, esto principalmente
debido a las pruebas que miden la inteligencia, al menos las pruebas más
conocidas -que sus principales parámetros son los anteriormente mencionados-;
dejando de lado otras cuestiones importantes.
Esto
mismo es algo que se dio cuenta el psicólogo Howard Gardner, el autor de la
teoría de las inteligencias múltiples, la cual señala que no existe una única
inteligencia que posee el ser humano, si no que existe una diversidad de
inteligencias que abarcan diferentes áreas y con ello se abren diversas posibilidades,
repletas de fortalezas y debilidades que cualquier persona puede desarrollar más
allá de sus habilidades esenciales.
Con
la teoría de Gardner podemos finalmente llegar al punto esencial de esta
entrada, la inteligencia emocional, este término no es para nada nuevo, a lo
largo del siglo pasado se ha abarcado mediante múltiples teorías y conceptos,
pero es hasta que en 1985 Wayne Payne lo citaría como concepto en su tesis
doctoral, con esto en años venideros diferentes autores lo empezarían a tomar,
creando un modelado de lo que podría ser, pero no sería hasta 10 años después
el psicólogo y periodista Daniel Goleman tomaría el concepto y lo haría suyo,
desarrollándolo y estableciendo sus bases que hasta la fecha siguen vigentes y
recientemente ha obtenido una particular auge.
Hemos
hablado sobre la verdad del concepto de la inteligencia y sobre el desarrollo
histórico del concepto de inteligencia emocional, pero a todo esto ¿Qué es la
inteligencia emocional?
Un
concepto un tanto básico seria la comprensión de nuestro de nuestro
comportamiento, la identificación de nuestras emociones y por qué nacen dichas
emociones y el cómo afectan nuestro comportamiento. Como pueden ver, en este
concepto básico la inteligencia emocional no es algo sencillo de conseguir,
pero sin duda es algo que debemos promover y tratar de conseguir, ya que varias
cosas de nuestro comportamiento en diferentes áreas están determinadas en una
gran medida de nuestras emociones, al punto que podríamos decir que somos
esclavos de ellas.
Goleman
nos habla que existen cuatro enfoques que abarca la inteligencia emocional y que,
son la medula espinal para conseguirla, estas son:
·
Autoconciencia emocional
·
Auto-motivación
·
Empatía
·
Habilidades sociales
Autoconciencia emocional
Hace
referencia a nuestra capacidad para entender lo que sentimos y de estar siempre
conectados a nuestros valores, a nuestra esencia. Algo así supone tener una
especie de brújula personal bien calibrada que nos permitirá guiarnos en todo
momento por el camino más acertado. Siempre que tengamos en cuenta esas
realidades internas, ese mundo emocional, sabremos el como actuar en
consecuencia.
Automotivación
La
auto-motivación destaca la habilidad por orientarnos hacia nuestras metas. De
recuperarnos de los contratiempos y focalizar todos nuestros recursos
personales en una meta, en un objetivo. Si aunamos optimismo, constancia,
creatividad y confianza sobrellevaremos cualquier dificultad para seguir
conquistando triunfos y logros.
Empatía
En
la forma de relacionarnos e interaccionar hay un aspecto que va más allá de las
palabras. Hablamos de la realidad emocional de cada uno. Esa que se expresa con
gestos, con un tono de voz particular, con determinadas posturas, miradas,
expresiones. Descifrar todo ese lenguaje, ponernos en el lugar del otro y
descubrir aquello por lo que está pasando es la empatía.
Esa
capacidad nos permite no solo obtener información sobre aquellos que tenemos en
frente. Sino que, además, nos ayuda a establecer vínculos más fuertes, lazos
sociales y afectivos más profundos.
Además,
reconocer las emociones y los sentimientos de los demás es el primer paso para
comprender e identificarnos con las personas que los expresan. Las personas
empáticas son las que, en general, tienen mayores habilidades y competencias
relacionadas con la IE.
Habilidades sociales
Posiblemente
el punto más importante y complicado de todos, ya que hace referencia al cómo
se interactúa con los demás, si se comunica adecuadamente y de forma asertiva,
si existe dialogo ante conflictos o si se deja por llevar por las emociones y
se generan aún más conflictos o se es permisivo para evitar conflictos.
Todas
esas dinámicas comportamentales potencian o limitan nuestra capacidad para
disfrutar o no de nuestras relaciones. De construir entornos laborales sanos,
cómodos y productivos. De dar forma a relaciones de pareja, familiares o de
amistad más satisfactorias.
Como
se puede ver todas las áreas poseen su particular reto, aunque se podría
pensar, si no logro dominar una o dos áreas puedo compensar con las otras,
Goleman también nos habla sobre esto en sus libros, no vale solo dominar dos o
tres áreas, hay que tratar de ser competentes en todas, ya que una persona emocionalmente
inteligente es competente en todas las áreas.
Ser
inteligente emocionalmente es una tarea complicada y ardua, pero no imposible,
también hay que decir que la inteligencia emocional difiere entre todas las
personas por un factor de vital importancia en cada persona, la crianza.
El
cómo nos eduquen influirá en muchas cuestiones, incluyendo nuestras habilidades
sociales y emocionales que están vinculadas directamente al concepto de
Inteligencia Emocional de Goleman, aun a pesar de esto, no es imposible de
desarrollar, por muy violento que haya sido nuestro núcleo familiar y el cómo
nos hayan criado, aun se pueden desarrollar las habilidades necesarias para
esto, y aquí es donde existe una clase de magia autentica; la inteligencia
emocional puede obtener una clase de adaptación cerebral dependiendo de los
entornos en los cuales la persona se esté desarrollando, se pueden generar estímulos
que aumentan el aprendizaje en las 4 áreas para hacerlas lo mas competentes
posibles dependiendo lo que la persona requiera.
Sin
duda hablar sobre inteligencia emocional es algo bastante estimulante, el
tratar de generarla es complicado, ya que requiere un esfuerzo constante, pero
es necesario, y no solo para los adolescentes y adultos, el tratar de educar a
los niños para que desarrollen dichas habilidades es importante, ya que de esta
forma crearíamos humanos con habilidades que les permitan entablar relaciones
duraderas y de una buena calidad que les permitirían tener un mejor desarrollo.